sábado, 1 de junio de 2013

La Constitución Española, un ejemplo de exclusión.

La Constitución de 1978
Desde el 6 de diciembre de 1978 hasta hoy, han pasado casi 34 años y apenas se ha visto  modificada en grandes rasgos en dos ocasiones:
- Adaptación a las exigencias del Tratado de Maastricht de la UE (1992)
- Incorporación del concepto de Estabilidad presupuestaria a petición de la UE (2011)
En ninguna de las dos ocasiones se pidió ratificación a los ciudadanos. Además son numerosas las modificaciones "leves" llevadas a cabo por los gobiernos desde la Transición sin hacer referendums vinculantes con la población.
Otro dato es el siguiente, que mostraré mediante una tabla:
- Un 60,32% del censo actual nunca ha sido preguntado acerca de la ratificación de la Carta Magna.
- Un 23.40% del censo actual ha ratificado la Carta Magna actual.
- Casi el 17% restante se abstuvo o votó en contra en 1978.
No es cierto pues, que la mayoría de españoles hayamos aprobado esta Constitución, ni que ésta alcance ningún amplio consenso.
Todavía podría acrecentarse la diferencia si consideramos la discriminación que genera la ley actual apartando del derecho a participar en democracia a la población por ser extranjera o a los jóvenes por ser menores de 18 años.
Por tanto, si la Constitución describe el marco conceptual y de actuación de las instituciones españolas, no podemos considerarla como inclusiva, pues está determinando totalmente el fucionamiento de las mismas, que rigen nuestras vidas y rutinas, sin haber participado nosotras de su construcción.
¿Esto no es exclusión?

Álvaro Cogolludo Sánchez
2º A A2

No hay comentarios:

Publicar un comentario